“I got chiiiiiills, they’re multiplying” exclamaba un absorto John Travolta al ver a Olivia Newton-John con un cigarrillo entre los labios, embutida en cuero y lejos de su imagen angelical, el momento más icónico del musical “Grease”, todo un clásico popular 41 años después de su estreno.
Nominada al Óscar a la mejor canción original (“Hopelessly Devoted to You”, incluida a última hora por los productores para que Newton-John se luciera con una balada), fue la película de mayor recaudación en 1978 y la que convirtió a Travolta, que venía de estrenar “Saturday Night Fever” un año antes, en unas de las grandes estrellas de Hollywood.
La cinta, dirigida por Randal Kleiser (“El lago azul”), se basaba en el musical de Broadway que se estrenó en febrero de 1972 y llevó a cabo más de 3.300 funciones. Una obra en la que Travolta apareció originalmente como sustituto de un actor secundario.
El éxito de la cinta, que se estrenó en Nueva York el 13 de junio de 1978, llevó a Paramount Pictures a apostar por una secuela, “Grease 2”, que fue recibida con críticas muy negativas y a la que el público le dio la espalda, pero que al menos sirvió para lanzar la carrera de Michelle Pfeiffer.