Editada originalmente en 1997, “Bitter Sweet Symphony” es uno de los clásicos esenciales de la era del britpop en particular y de los noventa en todo el mundo en general. Se trata, además, de una canción controvertida, pues The Verve (actualmente disuelta), con su líder Richard Ashcroft al frente, fueron demandados por los Rolling Stones por el uso sampleado del arreglo orquestal de su canción “The Last Time”.
Y así, tras una demanda del ex mánager de los Stones Allen Klein, Richard Ashcroft se vio obligado como autor a dar el cien por ciento de los royalties de “Bitter Sweet Symphony” a Mick Jagger y Keith Richards. Aunque ni Jagger ni Richards tienen en realidad nada que ver con la sección de cuerda que Ashcroft sampleó -ni con la melodía ni la letra de la canción-, han estado recibiendo beneficios de esta canción durante los últimos 22 años. Esta situación se acaba ahora, pues los Rolling Stones han decidido devolver voluntariamente los créditos de autoría de Bitter Sweet Symphony a su legítimo propietario, según informa la BBC. El propio Ashcroft confirmó todo esto en la noche de este jueves al recibir el premio a toda su carrera musical en los Ivor Novello Awards, que reconocen a los compositores británicos e irlandeses. “A partir del mes pasado, Mick Jagger y Keith Richards cedieron todos sus derechos para ‘Bitter Sweet Symphony’, lo cual fue algo verdaderamente amable y magnánimo por su parte”, dijo Ashcroft. En declaraciones a la BBC, el músico agregó: “Nunca he tenido un conflicto personal con los Stones. Ellos siempre han sido la más grande banda de rock n roll del mundo”.