La fuente de esta noticia es: EMOL
El sector automotriz enfrenta una nueva amenaza de interrupción en su cadena de suministro, ya que un grupo que representa a los principales fabricantes de automóviles europeos advirtió que podría producirse una nueva escasez de chips.
Esta, añadieron, sería resultado de la creciente disputa entre los gobiernos de China y los Países Bajos por el control de la empresa de semiconductores Nexperia, calificada como uno de los principales proveedores de la industria.
Según informó la Asociación de Constructores de Automóviles de la Unión Europea, fabricantes y proveedores recibieron una notificación del productor de semiconductores Nexperia, en la que la empresa comunicaba que no podía garantizar el suministro regular de sus componentes. Esta situación podría afectar de manera significativa la fabricación de automóviles en las próximas semanas.
En tanto, en Estados Unidos, la Alianza para la Innovación Automotriz —que agrupa a General Motors, Ford, Toyota, Volkswagen, Hyundai y otras grandes marcas— hizo un llamado urgente a resolver el conflicto.
“Si el envío de chips automotrices no se reanuda rápidamente, se interrumpirá la producción en Estados Unidos y en muchos otros países”, advirtió el director ejecutivo del grupo, John Bozzella.
La raíz del problema se encuentra en una decisión reciente del gobierno neerlandés, que el 12 de octubre tomó el control de Nexperia, una compañía de propiedad china, alegando riesgos de transferencia tecnológica hacia su empresa matriz, Wingtech.
La medida fue adoptada tras meses de presión por parte de Washington, que incluyó a Wingtech en su lista negra de entidades por motivos de seguridad nacional.
En respuesta, el Ministerio de Comercio de China emitió el 4 de octubre un aviso de control de exportaciones que prohíbe a Nexperia China y a sus subcontratistas exportar ciertos componentes y subconjuntos fabricados en territorio chino. La combinación de estas restricciones ha generado un efecto inmediato en la cadena de suministro global.
Los chips fabricados por Nexperia son esenciales para la producción de piezas electrónicas y sistemas de control en los vehículos. Su escasez podría replicar la crisis de semiconductores que golpeó al sector tras la pandemia, cuando los fabricantes se vieron obligados a reducir drásticamente la producción y a entregar automóviles sin algunas de sus funciones habituales.
Algunos fabricantes estadounidenses ya han advertido que sus plantas podrían verse afectadas a partir del próximo mes, mientras que en Europa la industria automotriz también teme una paralización. Volkswagen incluso ha alertado a sus empleados sobre posibles impactos inmediatos en la producción y evalúa medidas para reducir jornadas laborales.
Por ahora, no está claro cómo se resolverá la disputa, pero los expertos anticipan que las tensiones comerciales y tecnológicas entre China, Estados Unidos y la Unión Europea podrían agravar un escenario que amenaza con volver a encarecer los vehículos y complicar la recuperación del sector automotriz a nivel global.




