La fuente de esta noticia es: EMOL
Un reciente estudio del club automovilístico alemán ADAC y la revista Auto Bild confirmó que los autos eléctricos son considerablemente más económicos de mantener que los de combustión interna, ya que según los resultados, el costo de mantenimiento puede ser entre un 20% y un 54% menor, dependiendo del modelo y las operaciones realizadas.
La diferencia se explica principalmente por la simplicidad mecánica de los vehículos eléctricos. Mientras un motor de gasolina se compone de más de 2.000 piezas móviles, uno eléctrico apenas tiene una veintena, lo que reduce significativamente las posibilidades de desgaste o averías.
Además, estos modelos no requieren cambios de aceite, bujías, embrague ni escape, y la frenada regenerativa prolonga la vida útil de los frenos.
Una de las desventajas de los eléctricos frente a los gasolina o diésel, publica una nota de motorpasion.com, son los neumáticos. Debido a su elevado peso, especialmente a la batería, y al enorme par motor de los motores eléctricos, los neumáticos suelen desgastarse un poco más rápido.
Por otra parte, los eléctricos también necesitan un mantenimiento, como cambiar la batería de 12V o cambiar el aceite de la transmisión (con una frecuencia infinitamente más baja que cambiar el aceite de un motor gasolina, sin duda).
Todo ello repercute en el coste del mantenimiento, es decir, en la frecuencia de paso por el taller y la cantidad de piezas que hay que cambiar. Según los cálculos del ADAC los costos de mantenimiento de un auto eléctrico son entre un 20% y un 30% inferiores a los de un vehículo comparable con motor de combustión interna.
Por otro lado, la revista Auto Bild, comparó el mantenimiento de un Volkswagen ID.3 con el de un Golf 7 diésel en un mismo taller oficial de Hamburgo. Los resultados mostraron que el eléctrico resultó entre un 40% y un 54% más barato, ya que elimina gastos frecuentes como el reemplazo del silenciador, el motor de arranque o el embrague.
Aunque los vehículos eléctricos siguen siendo más costosos al momento de la compra, expertos aseguran que su menor coste de uso y mantenimiento permite amortizar la inversión a largo plazo, especialmente cuando las recargas se realizan en el hogar.
