La fuente de esta noticia es: EMOL La extenista Mónica Seles (51), ganadora de nueve Grand Slams, sorprendió al revelar que desde hace tres años padece miastenia grave (o gravis), una enfermedad autoinmune neuromuscular que debilita los músculos.
“Estaba jugando al tenis con unos niños o con unos familiares y fallé una bola. Era como que veía dos pelotas. Eran síntomas que no podía ignorar. Me llevó tiempo absorberlos y poder hablar abiertamente sobre ello, porque es algo muy difícil. Me afecta en el día a día mucho”, explicó Seles, quien quiso hablar sobre su enfermedad para darle visibilidad.
Visión doble y debilidad en los brazos fueron los primeros síntomas que llevaron a Mónica Seles a consultar con un especialista. Pero también hay otros: debilidad en las piernas, párpados caídos; y dificultad para hablar, masticar, tragar y respirar; cabeza caída, parálisis facial, fatiga, ronquera y dificultad para mantener la mirada.
“La debilidad muscular que provoca la miastenia grave empeora cuando se usa el músculo afectado. Como los síntomas suelen mejorar con el descanso, la debilidad muscular puede aparecer y desaparecer. Sin embargo, los síntomas tienden a progresar con el paso del tiempo. Suelen alcanzar su peor punto pocos años después del comienzo de la enfermedad”, explica la Clínica Mayo.
Es importante señalar que la miastenia grave no tiene cura, pero sí tratamientos y terapias que ayudan a aliviar los síntomas incluso a largo plazo (remisión). A quienes la padecen también se le recomienda descansar, evitar el estrés y la exposición al calor.
Asimismo, aunque las complicaciones de esta condición son abordables, también pueden poner en riesgo la vida en el caso de que -por ejemplo- los músculos que controlan la respiración se vuelvan demasiado débiles para funcionar.
