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El fabricante estadounidense Ford está empeñado en descubrir cómo las automotrices chinas han logrado posicionarse con fuerza a nivel mundial en el segmento de los vehículos eléctricos. En ese contexto, su director ejecutivo, Jim Farley, reconoció que han desmontado, pieza por pieza, algunos modelos de BYD para entender cómo pueden producir autos de calidad a precios tan competitivos.
En esa línea, el líder de Ford dijo estar asombrado por la capacidad de los chinos para perfeccionar y crear tecnología que les permite reducir los costos de producción.
“Lo que realmente me quita el sueño es la velocidad a la que los chinos están innovando”, reconoció Farley, ya que además de su rápida expansión a nivel global, BYD ha logrado desarrollar y fabricar, por ejemplo, sus propias baterías LFP, lo que reduce costos y evita depender de terceros.
Aunque Farley detectó que los sistemas de propulsión de BYD “no son tan eficientes como deberían”, también destacó la enorme ventaja de su modelo de producción: fábricas más pequeñas, menor complejidad y menores necesidades de mano de obra. Un esquema que contrasta con el de muchos fabricantes occidentales.
La automotriz norteamericana, precisa una nota de motorpasion.com, ya está adaptando sus procesos de producción para hacer frente a este nuevo escenario. Prueba de ello es la reciente adquisición de AMP, una empresa de la que Ford ha obtenido mejoras en la eficiencia de motores y cajas de cambio.
Sin embargo, el desafío ahora es escalar estas soluciones a gran volumen. “No es tanto si nuestra tecnología será competitiva, sino si seremos capaces de producir a gran escala con estos nuevos proveedores”, señaló Farley.
En paralelo, BYD continúa consolidando su posición en Europa. Aunque en 2023 apenas contaba con el 0,9 % del mercado, en 2024 saltó al 2,3 % y, en el primer trimestre de 2025, ya alcanzó un 3,3 %, superando a marcas tradicionales como Ford, Toyota, Citroën y Cupra.