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Bridgestone, el gigante japonés de los neumáticos, decidió no renovar su acuerdo de patrocinio con el Comité Olímpico Internacional (COI), sumándose a otras empresas niponas, como Toyota y Panasonic, que también se alejaron del organismo tras los Juegos Olímpicos de París 2024.
La empresa explicó que su decisión se debe a su intención de enfocarse en los deportes de motor. Sin embargo, analistas sugieren otros factores como el impacto negativo de los Juegos de Tokio 2020, celebrados sin público y en medio de la pandemia, el desinterés de los jóvenes y la creciente politización del evento, una crítica expresada por Akio Toyoda, presidente de Toyota.
El contrato de patrocinio de Bridgestone termina este año, marcando el fin de una década de colaboración con el COI. A pesar de su retiro, la empresa reafirmó su apoyo a los valores del COI y el Comité Paralímpico Internacional, comprometiéndose a continuar utilizando el deporte para “estimular la innovación”.
Toyota y Panasonic también anunciaron su retiro del patrocinio olímpico en las últimas semanas. Panasonic, tras 37 años de colaboración, justificó su decisión en la necesidad de adaptar su estrategia comercial, mientras que Toyota criticó abiertamente la creciente politización de los Juegos.
Akio Toyoda, CEO de la automotriz, expresó su preocupación de que el evento ya no priorice a los atletas, afirmando que los JJ.OO. se han vuelto más políticos. Además, destacó que la gestión de los Juegos de Tokio fue inadecuada, lo que perjudicó su potencial mediático y económico.
La experiencia de los Juegos de Tokio 2020, marcados por escándalos de corrupción, sobrecostos y una falta de exposición mediática, parece haber influido en las empresas japonesas para reconsiderar su participación.
Munehiko Harada, experto en economía del deporte, afirmó que el valor comercial de los Juegos ha disminuido considerablemente, citando la baja audiencia televisiva en Estados Unidos y la competencia con otros eventos deportivos.