La fuente de esta noticia es: EMOL Tim Burton recuperó la ilusión por el cine con “Beetlejuice, Beetlejuice”, la secuela de la popular comedia de terror de los ’80, que llenó este miércoles de fantasmas y carcajadas la jornada de inauguración de la 81 Mostra de Venecia.
“Siento que me había perdido un poco y esta película ha sido reenergizante para mí (…), me hizo darme cuenta de que la única manera de tener éxito es hacer lo que me gusta”, aseguró el director de “El joven manos de tijera” y “El extraño mundo de Jack”.
Treinta seis años después, el cineasta estadounidense regresó a sus 66 años a la casa encantada de Winter River, para demostrar que no siempre las secuelas empeoran al original.
Belluci, actual pareja de Burton, encarna a una “criatura” con aires de mujer fatal que succiona las almas de los hombres y les deja hechos un pellejo.
“Amo su dualidad porque es malvada pero también encantadora, es una metáfora de la vida”, dijo la italiana que la ve también como “una muñeca rota”.
“Esta es también una película sobre mujeres -agregó Bellucci- hay tres generaciones de mujeres que se aman y se apoyan incluso cuando se pelean entre ellas, y esto en un momento importante para las mujeres en la sociedad”.
Sobre el hecho de trabajar con Burton destacó que “su creatividad inspira a todos” en el set de rodaje y confesó que fue él quien le descubrió las películas de Mario Bava, a quien expresa más de un guiño en el filme.
Burton despliega su imaginación visual y sentido del humor en la creación de un Más Allá al que se llega en tren a ritmo de soul aunque no se libra de la burocracia, pero reniega del abuso de efectos especiales y apuesta por el retorno a lo artesanal. “No va ganar un premio a los mejores efectos especiales, eso seguro”, dijo.