En Santiago, muy cerca de la Plaza Italia, se construye una de las salas de conciertos más modernas del país, para la que se contrataron a dos renombrados especialistas en sonido de Argentina, responsables -entre otras cosas- de la restauración del Teatro Colón y del diseño de La Ballena Azul del CCK (Centro Cultural Kirchner). Ambos espacios son reconocidos a nivel mundial por su estándar acústico.
Gustavo Basso, ingeniero eléctrico y violinista profesional, y Rafael Sánchez, ingeniero acústico, cruzan la cordillera desde Argentina cada seis semanas para verificar que todo va avanzando bien con la construcción de la sala, cuyo sello principal será la acústica. “Muchos teatros se han hecho de muy buena calidad pero son teatros multiescénicos, con la diferencia que el nuestro es un escenario y una acústica natural especialmente diseñada para el gran volumen acústico que implica la Orquesta Sinfónica Nacional, la orquesta más grande de Chile, con 90 músicos”, explica a Emol el director del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile (CEAC), Diego Matte. “No sé si es la más moderna pero sí va a ser la primera sala que está diseñada específicamente para la Sinfónica Nacional”, añade.
El espacio tendrá butacas para más de mil personas y será parte del proyecto Vicuña Mackenna 20 (VM20), un complejo que la Universidad de Chile levanta a pasos de Plaza Italia y que, además de la Sala de Conciertos y salas de ensayos para los cuerpos estables, tendrá dependencias para postgrado, para el Instituto de Asuntos Públicos y también para el Instituto de Estudios Internacionales de dicho plantel. Matte cuenta que además de incorporar la gran sala de conciertos, el proyecto incluye dos salas de ensayo con sus respectivos camarines para el Ballet Nacional; una para el Coro Sinfónico y la Camerata Vocal; y otras salas individuales para solistas de distintas disciplinas. A su vez, el edificio estará unido al Teatro Universidad de Chile, que es casa del Ballet Nacional y que también dará cabida a otras expresiones artísticas. Un teatro moderno con un sonido que envuelve En entrevista con La Nación de Argentina, Gustavo Basso anticipó que “será un teatro moderno, con tecnología del Siglo XXI, parecido probablemente a La Ballena Azul, pero ninguna sala es igual a la otra (…) queremos que sea un producto de muy buen nivel. En las mejores salas del mundo, la gente siente que está envuelta en el sonido y es lo que buscamos”. Algunas características especiales que pidieron los ingenieros argentinos para mejorar la proyección del sonido, que llamaron la atención de Diego Matte, fueron: bajar el nivel de la sala, es decir, hacerla a una profundidad mayor en relación al resto del edificio, y también que sea una sala con un techo muy elevado, entre otras cosas.
Basso explicó al medio argentino que “como ha cambiado mucho el modo de oír de la gente, ahora son salas que piensan en los jóvenes, donde se busca que los sonidos muy débiles tengan presencia. Pasa en todo el mundo. Y para que los jóvenes vuelvan a las salas hay que darles algo más, como pasa en el cine con el sorround. Con la música tiene que ser así. Y hay que lograr que cada decibel que genera un instrumento, llegue con claridad a cada oyente”. Si todo sale bien, la sala -que actualmente está en la etapa de excavación y construcción de obra gruesa- estaría terminada en 2021. El director del CEAC asegura que tanto Basso como Sánchez “están bien optimistas de la calidad del resultado que se va a lograr” y creen que será una sala “realmente de excelencia”. “Eso a nosotros nos tiene súper felices (…) pero hay que esperar que eso se haga realidad porque el proceso de construcción es bien importante e intenso”, concluye.