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Los adultos de más de 50 años que duermen cinco horas o menos por las noches tienen más riesgo de desarrollar diversas enfermedades crónicas en comparación con quienes duermen siete horas, según indica un estudio publicado esta semana en la revista PLOS Medicine.
La investigación –liderada por Séverine Sabia, de la Universidad de París Cité y del University College de Londres– analizó el impacto de la duración del sueño en la salud de 7.864 personas de 50, 60 y 70 años incluidas en el estudio Whitehall II, que recoge datos de trabajadores de la administración pública británica desde 1985.
También aconsejan evitar los dispositivos electrónicos y las comidas abudantes antes de acostarse. En paralelo, la actividad física y la exposición a la luz durante el día también podrían favorecer un buen sueño.
Como parte del estudio, los investigadores también evaluaron si dormir nueve horas o más afectaba a la salud, pero no hallaron asociaciones claras. Sin embargo, si a un participante ya se le había diagnosticado una enfermedad crónica, la larga duración del sueño se asociaba con un riesgo aproximadamente un 35% mayor de desarrollar otra enfermedad.
Los investigadores creen que esto podría deberse a las condiciones de salud subyacentes que afectan al sueño. “Dormir lo suficiente permite al cuerpo descansar. Hay muchas otras formas en las que un sueño deficiente puede aumentar el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular, como el aumento de la inflamación y de la presión arterial”, explica Jo Whitmor, enfermera especializada en cardiología de la Fundación Británica del Corazón.
“Esta investigación se suma a un conjunto cada vez mayor de estudios que ponen de relieve la importancia de dormir bien”, concluye.