La fuente de esta noticia es: EMOL
El sueño es una parte esencial de la existencia humana, ya que aproximadamente durante un tercio de la vida una persona se dedica a dormir. Un reciente estudio internacional arrojó reveladores datos sobre los hábitos de sueño y cómo su duración y hora de inicio se asocian a una mayor o menor mortalidad y probabilidad de sufrir eventos cardiovasculares.
“Esto también puede deberse a que se trata de personas que duermen mucho y que son físicamente menos activas que otras durante el día, especialmente la que son más mayores. La actividad física nos protege frente a los eventos cardiovasculares”, comenta Lanas.
En el estudio se registró la hora habitual de dormir de 112.198 participantes de 21 países, incluyendo Chile. Los voluntarios, con edades entre los 35 y 70 años, fueron seguidos durante 9,2 años. Se examinó la asociación entre la hora de acostarse y los datos de mortalidad, infarto de miocardio no mortal, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca.
Durante los años que duró el estudio se documentaron 9.024 eventos de interés: 5.633 participantes murieron y 5.346 tuvieron eventos cardiovasculares importantes. Los que se dormían antes de las 22:00 horas eran relativamente mayores, menos educados, con mayor propensión a ser mujeres y residentes de áreas rurales. Si bien presentaban mayor hipertensión, mostraron menos cuadros diabéticos y depresivos, como también un menor consumo de tabaco y alcohol que los que se acostaban después de las 24:00 horas.