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Will desea sorprender a su esposo Adam, quién le manifestó su deseo de hablar español y recordar su infancia y paso por México.
Una mañana, Cariño, profesora costarricense, se conecta de manera telemática no encontrando a nadie frente a la pantalla. Will, en un tono sigiloso, le comenta a Cariño que es parte de una sorpresa preparada para su cónyuge: Una clase semanal por los próximos dos años.
Atónito, Adam no encuentra palabras ante lo que tiene frente a sus ojos, y en una trabada primera lección inicia junto a Cariño una travesía con el objetivo de ser hispano hablante.
