La fuente de esta noticia es: EMOL El actual director de los almacenes de lujo londinenses Harrods, Michael Ward, nombrado por Mohamed Al Fayed en 2005, aseguró este jueves que “no era consciente de la criminalidad y abusos” del entonces propietario, acusado por numerosas empleadas de violaciones y agresión sexual.
“Como ya dijimos, fallamos a nuestros colegas y lo lamentamos profundamente“, afirmó.
El gerente admitió en la nota que “había rumores en el dominio público sobre su comportamiento”, pero señaló que “ni la Policía, ni la Fiscalía, ni los canales internos” le plantearon cargos o alegaciones concretas.
“Si los hubiera recibido, por supuesto habría actuado de inmediato”, aseguró.
Según Ward, Fayed, que fue propietario de Harrods entre 1985 y 2010, “llevaba el negocio como si fuera su feudo personal”, y apuntó que, en base a lo que está saliendo a la luz, ese patrón se repetía en otras organizaciones que controló, como el Ritz de París o el club de fútbol londinense Fulham.
“Fue un período vergonzoso en la historia de la empresa, pero el Harrods de hoy es irreconocible al de su época”, manifestó el directivo.
Ward recordó que, desde que empezaron a conocerse varios casos en 2023, se puso en marcha un proceso de indemnización a las víctimas, e instó a todas las mujeres afectadas a ponerse en contacto.
Además, la empresa anunció esta semana una investigación interna liderada por abogados y una revisión de la situación por parte de un comité no ejecutivo del consejo de administración, que el gerente dice que será independiente de él.
Bruce Drummond, uno de los abogados del grupo Justicia para las Supervivientes de Harrods, expresó sus dudas sobre este proceso dado que supone “un completo conflicto de interés”.
Al menos cinco mujeres, algunas menores de edad en la época, denunciaron a la cadena pública BBC haber sido violadas por Al Fayed, y más de 20 alegaron otros tipos de agresión sexual.
Sus abogados preparan una demanda civil contra los grandes almacenes, a los que acusan de auspiciar un sistema de colaboración y encubrimiento para Al Fayed, que involucró a médicos que examinaban ginecológicamente a las empleadas, trabajadores de recursos humanos y personal de seguridad.
Por su parte, la Fiscalía británica reconoció que descartó en al menos dos ocasiones presentar cargos por delitos sexuales contra el fallecido empresario, en 2008 y en 2013, al considerar que no había pruebas sólidas.