Violeta del Carmen Parra Sandoval es una cantautora, compositora, pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena, considerada por muchos la folclorista más importante de Chile y fundadora de la música popular chilena. Es miembro de la prolífica familia Parra.
El aporte de Violeta Parra al quehacer musical y artístico chileno es considerado de manera unánime como trascendente e invaluable. Su trabajo sirvió de inspiración a un sinnúmero de artistas posteriores a ella en el tiempo, que continuaron con su ardua tarea de rescate de la música del campo chileno y las manifestaciones constituyentes del folclor del país y de Latinoamérica. Sus composiciones propias han sido elogiadas por críticos de todo el mundo, debido a su complejidad y elaboración musical y a sus letras poéticas, ingeniosas y comprometidas. Sus canciones han sido versionadas por un sinnúmero de artistas en Latinoamérica y el resto del mundo.
Nació el 4 de octubre de 1917 San Fabián de Alico, al interior de San Carlos, Provincia de Ñuble, Chile. Realizó los cursos primarios y estuvo un año en la escuela normal, pero abandonó los estudios y tuvo que trabajar en el campo para ayudar a su familia, ya que su padre enfermó gravemente. Los hijos de la familia Parra lucharon por sobrevivir saliendo a cantar en restaurantes, posadas, circos, trenes, etc. Violeta se fue a vivir a Santiago a los 15 años, invitada por su hermano Nicanor, que estaba estudiando allí. Retomó los estudios en la Escuela Normal de Niñas, donde desertó tiempo después. Abandonó los estudios y se presentó en bares, quintas de recreo y pequeñas salas de barrio junto con su hermana Hilda, en un dúo de música folclórica llamado Las Hermanas Parra. Con el grupo lanzó algunos temas en formato de EP, con los sellos chilenos RCA Víctor y Odeón. El dúo funcionó de manera constante hasta 1953. A principios de la década de los 50, comenzó su extensa labor de recopilación de tradiciones musicales en diversos barrios de Santiago, y por todo el país. Su hermano Nicanor la estimuló a asumir con personalidad propia la defensa de la auténtica música chilena, en contra de los estereotipos que hasta ese momento se manejaban. Es así como su repertorio, hasta entonces basado en valses peruanos, corridos mexicanos, boleros y cantos españoles, pasa a las canciones más tradicionales del campo chileno, que le permiten descubrir los valores de la identidad nacional como ningún otro artista lo había hecho antes. Esta labor de recopilación está plasmada en más de tres mil canciones, reunidas en un libro (Cantos Folclóricos Chilenos) y sus primeros discos en solitario, editados por EMI Odeón.
Así, en 1953 grabó los exitosos sencillos “Casamiento de Negros” y “Qué Pena Siente el Alma”, que se convirtieron en dos de sus canciones más conocidas. Al año siguiente (1954), mantuvo en la Radio Chilena el programa “Canta Violeta Parra”, y ganó el Premio Caupolicán a la folclorista del año, lo que le valió una invitación para presentarse en un festival juvenil en Varsovia, Polonia. Aprovechó este viaje para recorrer la Unión Soviética y partes de Europa. Fue particularmente provechosa su estancia en París, ya que allí grabó sus primeros LP (Guitare et Chant: Chants et Danses du Chili, editado en 1956, y una serie de canciones grabadas que se editarían en diversas compilaciones posteriormente), que incluían exclusivamente canciones recopiladas del folclore chileno. Entre 1961 y 1965 residió en Francia, continuando con su intensa actividad artística y constantes recitales. En 1964, la chilena logró una marca histórica al convertirse en la primera latinoamericana en exponer individualmente en el famoso museo del Louvre. Escribió también el libro “Poesía Popular de Los Andes” y la televisión de Suiza filmó un documental sobre su trabajo, “Violeta Parra, Bordadora chilena”, que se constituyó en una de las escasas fuentes audiovisuales que hoy se conservan de la artista. En 1965 Violeta regresó a Chile. Instaló una gran carpa en la comuna de La Reina, con el plan de convertirla en un importante centro de cultura folclórica A pesar de su bello sueño de convertir la carpa en un referente para la cultura de Chile, la respuesta no fue muy motivadora, y el público no la apoyó. Las últimas canciones que escribió se reunieron en el notable disco Las Últimas Composiciones, lanzado en 1966, grabado junto a sus hijos y al músico Alberto Zapicán, y que incluye sus himnos humanitarios “Gracias a la Vida” y “Volver a los 17” Violeta fallece el 5 de febrero de 1967 en Santiago, tras suicidarse en la carpa de La Reina.