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Durante años Jennifer Anniston fue puesta como el ejemplo de la mujer que decidió no tener hijos. Sin embargo, ahora la actriz estadounidense reveló en una entrevista que durante años intentó ser madre y que se sometió sin éxito a tratamientos de fertilidad durante una época muy dura de su vida, mientras era criticada por, supuestamente, priorizar su carrera por sobre una familia.
“Años y años de especulaciones… Fue realmente duro. Estaba sometiéndome a FIV (fertilización in vitro), tomando tés chinos, de todo. Estaba dándolo todo por ello”, contó en una reciente entrevista con la revista “Allure”.
También lamentó no haber congelado sus óvulos cuando era más joven, porque ahora, a sus 53 años, ya es muy tarde. “Habría dado lo que fuera si alguien me hubiera dicho: ‘Congela tus óvulos. Hazte un favor’. Simplemente no lo piensas. Así que aquí estoy hoy. El barco ha zarpado“, comentó la actriz.
Aniston afirmó que fue muy doloroso enfrentarse al mismo tiempo a la “narrativa” esgrimida por los tabloides de la época que la trataban de “egoísta” por importarle solo su carrera: “Que Dios perdone a la mujer que tiene éxito y no tiene un hijo”.
También criticó las especulaciones de que su ex esposo, Brad Pitt, se divorció de ella porque “no le daría un hijo”, y dijo que los constantes rumores sobre su relación hicieron que su batalla contra la infertilidad fuera aún más difícil puertas adentro.
“(Decían que) la razón por la que me dejó mi marido, por la que rompimos y acabamos nuestro matrimonio, era porque no le daba un hijo… Mentiras completas. No tengo nada que esconder en este punto”, subrayó.
También explicó que “pasé muchos años protegiendo mi historia con la FIV. Soy muy protectora con estas partes porque siento que hay muy poco que puedo guardar para mí misma. (El mundo) crea narrativas que no son verdad, así que yo puedo contar la verdad. Es como si estuviera saliendo de hibernar. No tengo nada que esconder”, recalcó.
Pese a todo, la protagonista de la recordada serie “Friends” (1994-2004), aseguró que tiene “cero remordimientos” por no haber sido madre e que incluso siente “un poco de alivio” al no tener que pensar en la posibilidad de quedar embarazada.
También afirmó que se siente más a gusto consigo misma ahora que cuando era más joven: “Por eso tengo tanta gratitud por todas esas cosas de mierda. Si no, me habría quedado siendo una persona con miedo, nervios y e insegura sobre quién era. Ahora me importa un pito”.
